Tipos de espumas para aislamiento térmico
Las espumas para aislamiento térmico llevan mucho tiempo en el mercado y su uso en los hogares y empresas es bastante extendido. Aparte de colaborar para mantener una temperatura estable dentro de la vivienda, sin importar la temperatura del exterior; se trata de un elemento muy eficaz a la hora de aplicar el aislamiento acústico. Los empleos son bastante versátiles y flexibles, por lo que no es de extrañar que se usen en muchos tipos de construcciones.
Por otro lado, cabe destacar que existen varios tipos de espumas para aislamiento térmico y acústico. Su categorización puede depender de su composición o de los empleos generales que se le da. Si estás pensando en incluir esta solución en tu empresa, es importante saber cuál se puede adaptar mejor a tus necesidades.
Los tres grandes tipos de espumas para aislamiento térmico
En la actualidad, principalmente dependiendo del empleo, se puede destacar tres tipos de espumas para aislamiento térmico. Se trata de la espuma para aislamiento de poliuretano, más dos categorías de poliestireno, el expandido y el extruido. A continuación, nos encargamos de describir las composiciones de cada y en cuáles situaciones resultan más eficaces.
La espuma para aislamiento térmico de poliuretano
Este tipo de espumas para aislamiento térmico surgen a partir de la reacción química del poliol y el isocianato. Se trata de una espuma que se aplica mediante spray en aquellas superficies donde deseemos crear el efecto de aislamiento. Es debido a esta forma de aplicación y función que a veces también se le suele llamar poliuretano proyectado. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, dependiendo del tipo de espuma, de la superficie y el equipamiento disponible; el método de aplicación puede variar.
El uso de este tipo de espumas para aislamiento térmico es bastante variado; pudiendo servir para cubrir tejados, muros, suelos, en la impermeabilización de grietas, para retardar la acción del fuego y para la reparación de cubiertas. Se considera como uno de los más eficientes disponibles y su empleo está expandido tanto en Europa como en otras partes del mundo. Algunas de las ventajas que ofrece es que es versátil, resistente al aire y ayuda a reducir la humedad.
El poliuretano también se puede emplear en forma de panel que puede integrase en las construcciones o servir directamente como elemento constructivo, como fachadas o tejados o las propias cámaras frigoríficas. También puede emplearse con formas específicas para su empleo que conductos de ventilación o refrigeración.
Espuma para aislamiento térmico de poliestireno expandido
Este es uno de los tipos de espumas para aislamiento térmico que seguramente ya has observado con anterioridad en tu vida cotidiana. Es un material similar al plástico, pero con una textura esponjosa. Es bastante ligero y económico, por lo que lo puedes encontrar disponible para varias funciones. Sin embargo, su empleo principal se encuentra en las construcciones como una solución para el aislamiento térmico.
A pesar de ser un elemento frágil, lo cierto es que cuenta con muchas ventajas. Algunas de las principales es su facilidad de colocación. Gracias a su peso reducido, se ahorra mucho tiempo y esfuerzo a la hora de instalarlo. Además, se puede fabricar en tamaño mucho mayores que en otro tipo de aislantes, ayuda a amortiguar cualquier impacto, de alta durabilidad y además no se enmohece ni se pudre con el paso del tiempo.
Poliestireno extruido
Para finalizar con los tipos de espumas para aislamiento térmico más conocidos tenemos el poliestireno extruido. Tiene mucha similitud con el poliestireno expandido, con la principal diferencia de que este ofrece mejor aislamiento térmico y es más resistente. Este es uno de los más populares en el uso de paredes, pisos, techos y construcciones.
Este tipo de espumas para aislamiento térmico comparten muchas ventajas con las de poliestireno expandido. Algunas de las más destacadas es su alta resistencia a las heladas y la compresión, gracias a su alta densidad y resistencia a la humedad. Además, es de los aislantes térmicos y acústicos más poderosos en esta lista. Por último, es un material no biológico, por lo que no se descompone ni se deteriora con facilidad.
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