Refrigerantes fluorados y naturales ¿en qué se diferencian?
Es muy probable que hayas escuchado hablar de los gases refrigerantes antes, incluso sin saberlo. Uno de los más conocidos es el que se usa en los aires acondicionados, los cuales dejan de enfriar si el gas se pierde. Sin embargo, éste también se encuentra presente en muchos otros aparatos, como neveras. Por otro lado, su aplicación varía en muchos aspectos dependiendo de si se trata de refrigerantes fluorados o refrigerantes naturales.
Aunque los refrigerantes fluorados y refrigerantes naturales son diferentes en muchos aspectos, éstos comparten algunas similitudes. En general, los gases refrigerantes son los que gracias a su cambio de estado producen frío o calor en función de cómo se empleen. Si trabajas con este tipo de sustancias en tu día a día, saber sus diferencias es importante para la correcta aplicación. Te lo explicamos.
Refrigerantes fluorados y refrigerantes naturales: una misma base de funcionamiento
El principio de funcionamiento de ambos tipos de refrigerantes es el mismo, es el cambio de estado del refrigerante que cuando se evapora genera frío, que puede ser empleado para conservar alimentos, como en las neveras, o enfriar aire como en los sistemas de climatización. Por el contrario, cuando se condensa el gas se genera calor que puede ser aprovechado para calentar aire, como en las bombas de calor, o agua como en los equipos de aerotermia.
Tipos de gases refrigerantes y su funcionamiento
Las principales diferencias entre los refrigerantes fluorados y los conocidos como naturales se basan en tres conceptos diferentes:
- Origen de su obtención a nivel industrial.
- Impacto ambiental como potencial de calentamiento atmosférico (PCA / GWP) en caso de que el gas fuge a la atmosfera.
- Peligrosidad en su manejo pudiendo ser inertes, inflamables o tóxicos.
Gases refrigerantes fluorados
Los refrigerantes fluorados son gases sintetizados químicamente y suelen tener un impacto en el efecto invernadero alto. Por otro lado, suelen ser productos muy seguros en su manejo al no ser tóxicos ni ser inflamables, o presentar un grado de inflamabilidad menor.
En este grupo de refrigerantes, podrás encontrar el R134a, R404A o R410A y R32 empleados en coches, vitrinas de supermercados o aires acondicionados.
Existe una cuarta generación dentro de estos refrigerantes que son los conocidos como HFO, que tienen un impacto ambiental mucho más bajo, teniendo un PCA inferior a 150 acorde al reglamento europeo F-GAS, pero suelen ser productos ligeramente inflamables. Por este motivo existen mezclas con otros fluorados, para obtener productos no inflamables pero que por el contrario tienen un PCA más alto pero inferior a los fluorados tradicionales.
Los refrigerantes naturales son una alternativa a los fluorados más tradicionales y a la cuarta generación de fluorados, se caracterizan por tener un impacto ambiental muy inferior a los fluorados con un PCA cercano a 1. Por el contrario, tienen aspectos a tener en cuenta a nivel de seguridad en su manejo como la inflamabilidad o la toxicidad. Los tipos de refrigerantes naturales disponibles son los siguientes:
- Hidrocarburos: Estos refrigerantes son muy eficientes y pueden cubrir muchas aplicaciones, pero son extremadamente inflamables, por lo que se emplean en equipos pequeños como neveras, congeladores o equipos de aire acondicionado portátiles.
- Amoníaco: Este el refrigerante por excelencia usado en entornos industriales debido a su buen rendimiento, pero también por su toxicidad, es un gas tóxico y por este motivo sólo se suele emplear en instalaciones industriales como fábricas de helados, cerveceras, secaderos, etc.
- Dióxido de carbono: Este refrigerante no es inflamable ni tóxico, pero al trabajar a alta presión requiere de equipos más técnicos y caros, a pesar de ello, podréis encontrar equipos con este gas en supermercados o almacenes logísticos.
Por otro lado, estos refrigerantes al no contener halógenos no están gravados por el impuesto a los grases refrigerantes fluorados.
Elección entre refrigerantes fluorados y naturales
En el apartado anterior habéis podido observar que hay grandes diferencias entre ambos grupos, en consecuencia, no hay una solución universal para todos los casos, sino que en cada aplicación el criterio de elección puede variar entre la seguridad a nivel de inflamabilidad o toxicidad, el rendimiento energético o el impacto ambiental generado en caso de fuga del producto. Según las necesidades de la aplicación se deberá escoger uno u otro tipo de refrigerante.
■ Equipo de comunicación