GRIT se suma a la campaña #SayNoToIllegalHFCs contra el tráfico ilegal de HFCs

En un momento en el que la sostenibilidad del planeta está más en peligro que nunca, es fundamental la implicación de todos los sectores en la preservación del medio ambiente. No se trata solo de adoptar y aplicar medidas correctoras que frenen el deterioro ambiental, también de ejercer como altavoces de campañas de concienciación o de iniciativas para perseguir actividades delictivas.

Precisamente en este último aspecto, GRIT se suma a una nueva campaña contra el comercio ilegal de refrigerantes. Conscientes del papel que las empresas productoras de gases podemos representar, el objetivo es sumar fuerzas para frenar un delito que está cobrando un enorme auge en los últimos dos años: el contrabando de HFCs, un tipo de gases empleados en sistemas de refrigeración.

El compromiso de GRIT con el medio ambiente viene demostrándose desde hace mucho con un fuerte apoyo a la I+D+I. Buscamos sin descanso nuevos productos más respetuosos con el entorno, porque como fabricantes somos conscientes de que también tenemos una gran responsabilidad en la conservación del planeta.

Ahora, nos sumamos a la nueva iniciativa del Comité Técnico Europeo de Fluorocarbonos (EFCTC), organización que engloba a productores de refrigerantes. El objetivo es denunciar públicamente y luchar contra las importaciones ilegales de HFCs. Estas representan una enorme amenaza, ya que pueden dar al traste con algunas de las políticas europeas en defensa del medio ambiente más importantes adoptadas en los últimos años.

Así, la campaña #SayNoToIllegalHFCs es un llamamiento para unir fuerzas y plantar batalla al contrabando de HFCs. Una batalla en la que GRIT participa como uno de los mayores productores de gases refrigerantes, pero que está abierta a todos, desde fabricantes a comercializadoras, instituciones y usuarios.

Un comercio ilegal en auge

Las organizaciones delictivas a gran escala cada vez operan en campos más amplios y no conocen fronteras. En 2015 la Unión Europea puso en marcha un ambicioso plan de cuotas para conseguir reducir el uso de HFCs hasta en un 79% en 2030 y su sustitución por gases más inocuos para la atmósfera.

Es ahí donde el crimen organizado ha encontrado una nueva fuente de “negocio”. Un negocio tan lucrativo como peligroso para el planeta. Un estudio encargado por el EFCTC señala que el contrabando de este tipo de gases representaría hasta un 33% del mercado legal permitido en Europa para 2018. Sería el equivalente a 34 millones de toneladas de CO2 emitidas. En otras palabras: el impacto anual de un país desarrollado.

Un desmesurado aumento de las importaciones de China hacia países vecinos a la UE, así como las discrepancias entre los datos relativos a la exportación del país asiático y las importaciones registradas por los organismos europeos dan la pista definitiva de que ese comercio ilegal es una realidad peligrosa contra la que hay que luchar.

Un frente común

El primer paso para luchar contra este comercio ilegal parte de algo tan sencillo como el rechazo. Un informe de la Agencia de Investigación del Medio ambiente (EIA) ponía de manifiesto que más de un 80% de los que forman parte de la cadena de valor de los refrigerantes conoce este mercado negro. Por eso es tan importante que productores, distribuidores, clientes y todos “digamos no”.

Pero desde el EFCTC también se reclama una mayor vigilancia aduanera y una mayor coordinación entre todos esos actores de la cadena de valor. Fruto de ese deseo de unirse para luchar contra una actividad delictiva que nos afecta a todos, GRIT se suma a la campaña #SayNoToIllegalHFCs. Porque el planeta es nuestro hogar y porque es tarea de todos, personas, empresas e instituciones, cuidar de él.

■ Equipo de comunicación

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